Tiempo Ordinario/ 16° Salterio 4° Semana. Tomo III
Viernes 22 Julio
Santos MARÍA MAGDALENA NT,
Anastasio enj, Cirilo ob, Gualterio (Walter) cf

PALABRA:
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera,, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?». Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré». Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!». Jesús le dice: «Suéltame que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro"». María Magdalena, fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».
ORACIÓN:
Cantar de los Cantares 3,1-4a; Salmo 62,2-9 • JUAN 20,1.11-18
SEÑOR, María Magdalena me da un doble ejemplo: su entrega total a tu inmensa MISERICORDIA y al amor que llenó toda su vida, y su misión de anunciar a los demás que resucitaste, que estás vivo y que eres la vida para quien se decida a seguirte. Amor y misión, que hago mías en esta vida. Y espero, Señor, que un día oiga que me llamas por mi nombre para decirme que estoy entre los elegidos para estar cerca de ti en tu reino: así nuestra amistad será para siempre;
(Sigue tu oración personal).