SÁBADO (ML) 9
Santos EULOGIO DE CÓRDOBA pb mr,
Adrián ab, Marcelino ob, ÁguedaYi vg mr
Papa Francisco: Cuando los discípulos creen ver un fantasma, dentro de sí estaban fuertemente asombrados porque no habían comprendido la multiplicación de los panes. Si tú tienes el corazón
endurecido no puedes amar. Y piensas que el amor es imaginarse las cosas. No, el amor es concreto. Las dos consecuencias prácticas de este modo concreto de la vida cristiana son que el amor está más
en las obras que en las palabras; y que el amor está más en dar que en recibir.
PALABRA
Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús enseguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente.Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado. Pero él les dirige enseguida la palabra y les dice: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo». Entró en la barca con ellos y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.
ORACION
1Juan 4,11-18; Salmo 71,1-2.10-13 • MARCOS 6,45-52
JESÚS, tú vienes a la barca de mi vida, y no te reconozco como mi Salvador y mi
Señor. ¿Cómo puedo imaginar que eres un fantasma si tengo tantísimas demostraciones de que cuando tú estás a mi lado, mi vida tiene sentido, y mi conducta cambia de egoísmo a amor, de suciedad a pureza? Contigo no habrá huracanes que amenacen la luz de mi mente y la paz de mi corazón. Háblame fuerte, Jesús, que me entere de que estás a mi lado, dentro de mí, como motor de mi vida y alegría de mi corazón. Que despierte de mi somnoliento letargo y escuche tu palabra de vida: ¡Ánimo, soy yo, no tengas miedo! "Revestíos de entrañas de misericordia" (Colosenses 3,12). (Sigue tu oración personal).