JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES
DOMINGO 17 ENERO
Santos ANTONIO (ANTÓN) ab,
Rosalina rl, Sulpicio ob
Papa Francisco: Hemos venido a llamar a la puerta de la casa de María. Ella nos ha abierto, nos ha hecho entrar y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: «Haced lo que Él os diga». Sí, Madre, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría.
PALABRA:
• Isaías 62,1-5: Por amor de Sion no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que rompa la aurora de su justicia y su salvación llamee como antorcha. Los pueblos verán tu justicia, y los reyes, tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios.Ya no te llamarán «abandonada», ni a tu tierra «devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada»; porque el Señor te prefiere a ti y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia, así se desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo.
⦁ Salmo 95,1-3.7-10: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
⦁ 1 Corintios 12,4-11: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el espíritu para el bien común.Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con « con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quién por el mismo espíritu,recibe el don de la fe; y otro, por el mismo espíritu el don de curar.A este le han concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A otro, distinguir los buenos y los malos espíritus.A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlo. El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.
⦁JUAN 2,1-11: Había una boda en Caná de Galilea y la madre de Jesús estaba allí; Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó EL vino y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino». Jesús le contestó: Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora». Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga». Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas- de agua».Y las llenaron hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora, y llevádselo al mayordomo». Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos el peor; tú en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora».Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él. Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.
ORACIÓN:
SEÑOR, la presencia de tu Madre en aquellas bodas es origen de varias maravillas. Primera, sólo ella se dio cuenta del gran apuro de los novios, que se quedaron sin vino. Segunda, ella intuía que tú tenías en tu mano la solución. Tercera, cuenta contigo, confía en ti, a pesar de tu aparente reticencia. Cuarta, les dice a los camareros lo que tenían que hacer: Haced lo que Él diga. Quinta, esas palabras me sirven hoy a mí. Si tu Padre te recomendó en tu Bautismo y Transfiguración -Este es mi hijo amado, escuchadle-, tu Madre me recomienda que haga siempre lo que tú me dices. Ella hizo siempre la voluntad de Dios, y le fue de maravilla. Ahora soy yo quien quiero seguir su ejemplo, contando con su intercesión y con tu Misericordia. (Sigue tu oración personal).