BIENVENIDOS

Buscar este blog

domingo, 8 de noviembre de 2015

PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL DOMINGO 08/11/2015




domingo 8
Adeodato; Atanasio 
de Nápoles;
Eufrosina; Bta. Isabel 
de la Trinidad; Bto. 
Juan Duns Scoto




4° del salterio
1Re 17,10-16/Sal 
145 / Heb 9,24-28/ 
Mc 12,38-44



                            1Reyes 17,10-16
En aquellos días, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba». Mientras iba a buscarla, le gritó: «Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan». Respondió ella: «Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda solo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos». Respondió Elías: «No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra"». Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.


Salmo 14
Alaba, alma mía, al Señor.

Hebreos 9,24-28
Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres —imagen del auténtico—, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces —como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecía sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo—. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos.


Marcos 12,38-44
En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Estos recibirán una sentencia más rigurosa». Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».


¡Qué escena más entrañable!
¡Qué escena más entrañable! La viuda pobre echando todo lo que tiene en el arca del Tesoro. No olvidemos que, en tiempos de Cristo, las viudas, los huérfanos y los extranjeros constituían las tres clases sociales más abandonadas y, por tanto, más necesitadas. Tres preciosas enseñanzas: primera, saber mirar a la gente, adivinando lo que hay en su corazón: «Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas...». «Saber mirar es saber amar». Segunda, Cristo nos enseña a saber valorar a la gente. ¡Cómo ve a la pobre viuda y valora su gesto: darlo todo, dar todo lo que tenía! ¡Cuántas equivocaciones en nuestras valoraciones! Tercera, Cristo nos indica las características de nuestras limosnas: dar de lo nuestro; dar de lo necesario; dar con generosidad.


¡Señor, que aprendamos de esta pobre viuda la gran lección: no solo dar, sino darnos! ¡Es fácil dar algo de lo nuestro, pero es más difícil entregar el corazón! ¡No se trata de ofrecer unas monedas sino la vida entera!







PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL SÁBADO 07/11/2015





sábado 7
Jacinto Castañeda;
Bto. Francisco Palau
Quer






XXXI del TO.
3° del salterio
Rom 16,3-9.16.22-
27/ 5a1144 /Lc
16,9-15



                          Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero». Oyeron esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él. Jesús les dijo: «Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres Dios la detesta».


La clave es la entrega generosa
Jesús nos ofrece hoy una serie de consejos prácticos para nuestra vida. Todos tienen la misma clave: «no podéis servir a dos señores». La clave es la entrega generosa, la donación fiel. Primero, abrirnos a la voz de Dios que nos traza el camino, que nos revela nuestro proyecto de vida; segundo, aceptarlo sin condiciones; tercero, realizarlo con ilusión y encanto. El problema será siempre el de las flagrantes contradicciones: lo queremos todo, olvidando metas y objetivos. Entonces, llega la contradicción, el fraude a nosotros mismos y el fracaso. «Dios os conoce por dentro», dirá Cristo a los fariseos. Y nos lo dice también a cada uno de nosotros: «conozco tu interior, no me engañes, juega limpio, sé coherente». Y sentirás la brisa de una felicidad nueva.


Señor, haznos dóciles a tu palabra, fieles a tus caminos. No es fácil saber lo que tenemos que hacer en cada hora, pero Tú nos abres los ventanales de la luz para que podamos ver el camino y recorrerlo sin sobresaltos, superando dificultades y obstáculos.






PALABRA Y VIDA: LECTURA DEL VIERNES 06/11/2015



viernes 6
Mártires de
España del siglo 
XX, m.o.
Patrocinio de María; 
Leonardo de Noblat; 
Félix; Severo




XXXI del TO. 
3° del salterio 
Rom 75,14-27 /Sal
97 / Lc 16,1-8




                            Lucas 16,1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido". El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que,cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa". Fue llamandó uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?". Este respondió: "Cien barriles de aceite': Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta': Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?". Él contestó: "Cien fanegas de trigo". Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta". Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz».


Caminar con los ojos abiertos
La parábola nos alerta sobre el ancho campo de las infidelidades de nuestra vida. Con frecuencia, derrochamos los dones recibidos; no cumplimos las promesas realizadas; nos quedamos con lo que no es nuestro; dejamos el deber al margen. Jesús nos advierte: «hay que recuperar el tiempo perdido, hay que curar las heridas que hemos producido, hay que granjearse amigos que nos reciban». Esta página del evangelio nos invita a que estemos atentos, vigilantes, a que sepamos descubrir cuáles son las reglas del juego para no sentir el fracaso bajo nuestros pies. Una vez más el Señor nos dice que estamos en el mundo sin ser del mundo. Y el mundo exige también caminar con los ojos abiertos. A Dios siempre lo tenemos, siempre nos espera y nos acoge.

Señor, haz que descubramos siempre tus caminos y realicemos nuestra misión, nuestro proyecto de vida. Y que sepamos rectificar a tiempo, antes de que sea tarde.








Events