Salterio 2° Semana. Tomo III Tiempo Ordinario/2°
LUNES 18 ENERO
OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 18 - 25 enero
Santos Margarita de Hungría vg,
Prisca de Roma la mr, Deícola ab
Papa Francisco: Ante la Palabra de Dios, docilidad. La Palabra de Dios es viva. Por ello viene y dice lo que quiere decir, no lo que yo espero que diga. La Palabra de Dios es libre, y es también
sorpresa, porque nuestro Dios es el Dios de las sorpresas: viene y hace siempre nuevas las cosas. Es novedad. El Evangelio es novedad. La revelación es novedad. Y nos pide docilidad a su novedad. Jesús es claro en esto, es muy claro: vino nuevo en odres nuevos. Dios debe ser recibido con esta apertura a la novedad: con docilidad.
PALABRA:
Los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?». Jesús les contestó: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos».
ORACIÓN:
1Samuel 15,16 -23; Salmo 49,8-9.16-17.21.23 • MARCOS 2,18-22
Señor a veces resulta dura la docilidad a tu Palabra, que nos invita a tomar cada día la cruz y seguirte. Aun así, siempre es buena noticia tu Evangelio. Pero hoy, ser dóciles a tu consejo de no ayunar, sino hacer fiesta porque tú eres el novio y nosotros somos tus amigos, es una novedad que nos sorprende gratamente. Tan amigos tuyos somos que la Iglesia nosotros- es tu esposa. Son imágenes de tu Misericordia, tan opuestas a quienes ven en tu llamada la invitación a una vida triste y sin sentido, en la que no existe el verbo disfrutar. ¡No hay nada más gozoso y confortante que sentirte cerca, en la verdadera fiesta de la vida! A vino nuevo, odres nuevos. ¡Concédenos a todos tus discípulos, de las distintas Iglesias cristianas, vivir esa novedad y pronto celebrar la fiesta de la unidad: todos, una sola esposa, de la que tú eres el Novio, el Esposo siempre fiel! (Sigue tu oración personal).