Salterio 2° Semana. TomoI Adviento/2°
Lunes 05 Diciembre
Santos Sabas ah, Juan Almond pb mr, Crispina mf mr,
Beato Felipe Rinaldi ph
Papa Francisco: El Evangelio (Lc. 5,17-26) nos presenta a Cristo que vence las parálisis de la humanidad. Describe el poder de la misericordia divina que perdona y cancela todo pecado cuando
encuentra una fe auténtica. las parálisis de las conciencias son contagiosas. Con la complicidad de las pobrezas de la historia, y de nuestro pecado, pueden extenderse y entrar en las estructuras sociales y en las comunidades, hasta asediar a pueblos enteros. Pero el mandato de Cristo puede dar un vuelco a la situación: «¡Levántate, camina!». Sigamos siempre adelante, buscando al Señor, buscando nuevos caminos, nuevas sendas para acercarnos al Señor. Y si fuese necesario abrir un agujero en el techo para acercarnos todos al Señor, que nuestra imaginación creativa de la caridad nos conduzca a esto: a encontrar y abrir caminos de encuentro, sendas de fraternidad, sendas de paz.
PALABRA:
Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea.Y el poder del Señor lo impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de Jesús. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las tejas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. El, viendo la fe que tenían, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados». Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: «¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?». Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: «¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más facil: decir
pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico—:A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa».
El, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido se marchó a su casa dando gloria a Dios.Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: «Hoy hemos visto cosas admirables».
ORACIÓN:
Isaías 35,1-10; Salmo 84,9-14 • LUCAS 5,17-26
JESÚS, tú demuestras con el milagro de la curación que eres Dios: puedes curar enfermedades del cuerpo y sanar las dolencias del espíritu. De ambos poderes quiero beneficiarme: de la salud del cuerpo, si es tu voluntad; y del perdón, la misericordia y la Fe que puedes aumentar en mí, porque es tu voluntad. (Sigue tu oración personal).
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