Tiempo Ordinario/23° Salterio 3ªSemana. Tomo IV
Lunes 05 Septiembre
Santos Bertín ab, Urbano y co mrs,
Pedro Nguyén Tu y co mrs. Beata Teresa de Calcuta
Papa Francisco: La madre Iglesia enseña a estar cerca de quien está abandonado y muere solo. Es lo que hizo la beata Teresa por las calles de Calcuta. La misericordia da la paz a quien parte y a quien permanece, haciéndonos sentir que Dios es más grande que la muerte, y que permaneciendo en Él incluso la última separación es un «hasta la vista»... Esto lo había entendido bien la beata Teresa. Le decían: «Madre, esto es perder tiempo». Encontraba gente moribunda por la calle, gente a la que empezaban a comer el cuerpo las ratas de la calle, y ella los llevaba a casa para que muriesen limpios, tranquilos, acariciados, en paz. Ella les decía «hasta la vista», a todos estos... Y ellos los esperan, allí [indica el cielo], en la puerta, para abrirles la puerta del Cielo.
PALABRA:
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: «Levántate y ponte ahí en medio». Él se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?».Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: «Extiende el brazo». Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
ORACIÓN:
1Corintios 5,1-8; Salmo 5,5-7.12 • LUCAS 6,6-11
SEÑOR, es absurdo anteponer la ley del descanso sabático al amor, que es la síntesis de la ley y está por encima de ella. Tu poder a favor de los hombres no conoce barreras. Todos los días y todas las horas son del Señor del tiempo, para hacer el bien. Es infinitamente mayor tu poder de hacer el bien que mi capacidad de recibir. Todo hombre y mujer del siglo XX y XXI admira sin reservas a la Madre Teresa, la mujer toda para todos los más pobres entre los pobres, a pesar de sus profundos sufrimientos interiores. ¿Cuándo pasaré de
admiración a la imitación de su misericordia? ¡Llena, Señor, mi corazón de ti, todos los días!
(Sigue tu oración personal):
Ellos discutían qué había que hacer con jesús.
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