miércoles
Dedicación de la
Basílica de Santa
María, m.I.
Na Sra. de las Nieves;
La Virgen Blanca; Bto.
Federico Janssoone
XVIII del T.O.
2° del salterio
Núm 13,1-2. 25-
14,1.26-30.34-35
Sal 105/
Mt 15,21-28
Mateo 15,21-28
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando». Él les contestó: «Solo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel». Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: «Señor, socórreme». Él le contestó: «No está bien echar a los perritos el pan de los hijos». Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos». Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento quedó curada su hija.
Jesucristo mira el corazón
Son muchos los comentaristas que califican este texto como un texto enigmático: ¿acaso rechaza Jesús a aquella mujer cananea porque no es israelita? ¿Qué sentido tiene este pasaje? Vemos cómo en Jesús se produce un cambio: el paso del exclusivismo religioso a la aceptación y el elogio de la fe de quien pertenece a otra religión. Vemos cómo Jesús no entra en el juego de las calificaciones y descalificaciones, sino que se adentra en los corazones humanos, en sus actitudes y en sus valores: el cariño de aquella madre por su hija, su preocupación por ella, la bondad de aquella mujer que se ha visto rechazada en principio y, desde luego, su fe y su confianza en Jesucris to. Este es el gran tema de fondo. Por eso llega la curación, el gozo y la paz. ¡Cuánto tenemos que aprender de este pasaje, a primera vista tan extraño, del evangelio!
Mi tierra prometida eres Tú, Señor. ¡La Pascua de mi Pascua, nuestra gloria por siempre, Señor Jesús! ¡Mira nuestro corazón que ansía tu presencia!
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