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domingo, 31 de julio de 2016

PALABRA Y VIDA DEL DOMINGO 31/07/2016







Tiempo Ordinario/ 18°Salterio 2° Semana. Tomo IV
Domingo 31 Julio







San IGNACIO DE LOYOLA pb,

Fabio mr, Elena vd


Papa Francisco: Hoy en la liturgia resuena la palabra provocadora de Qohélet: «¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!». En cambio, el encuentro con Jesús vivo, en su gran familia que es la Iglesia, colma el corazón de alegría, porque lo llena de vida auténtica, de un bien profundo, que no pasa y no se marchita. Pero esta experiencia debe afrontar la vanidad cotidiana, el veneno del vacío que se insinúa en nuestras sociedades basadas en la ganancia y en el tener, que engañan a los jóvenes con el consumismo. El evangelio de este domingo nos alerta precisamente de la absurdidad de fundar la propia felicidad en el tener. El rico dice a sí mismo: Alma mía, tienes a disposición muchos bienes... descansa come, bebe y diviértete. Pero Dios le dice: Necio, esta noche te van a reclamar la vida. Y lo que has acumulado, ¿de quién será? (cf. Lc 12,19-20). La verdadera riqueza es el amor de Dios compartido con los hermanos Ese amor que viene de Dios y que hace que lo compartamos entre nosotros y nos ayudemos. Quien experimenta esto no teme la muerte, y recibe la paz del corazón.




PALABRA:
• Eclesiastés 1,2;2,21-23: ¡Vanidad de vanidades, dice Qohélet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que
no ha trabajado.También esto es vanidad y grave desgracia. Entonces, ¿que saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente También esto es vanidad.





Salmo 89,3-6.12-14.17: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.






Colosenses 3,1-5.9-11:Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios, aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, vuestra vida está en Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él en gloria. Dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos de la vieja condición humana, con sus obras, y revestíos de la nueva condición, que ya se va renovando como imagen de su creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden  nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres; porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.

LUCAS 12,13-21: Dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?».Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha.Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha".Y se dijo:"Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha". Y entonces me diré a mí mismo: "Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe, y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado ¿de quién será?". Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios».

ORACIÓN:
SEÑOR, está claro que esta vida se acaba, como se acaba el camino que lleva a la meta, principio de la Vida sin fin. ¡Qué absurdo centrar todas las ambiciones y trabajos en esta vida caduca, y olvidar que lo único importante es ser rico ante ti! Por tu Misericordia, a esa conclusión llegó Ignacio de Loyola, después de una vida entregada al mundo. Cuando Iñigo de Loyola te conoció y te siguió, puso en marcha en la Iglesia la gran sembradora de buena semilla en el mundo, que es la Compañía de Jesús, con ubérrimas cosechas espirituales. Te pido que los Jesuitas sigan trabajando siempre "para mayor gloria de Dios". (Sigue tu oración personal).


LOS EJERCICIOS

ESPIRITUALES

DE SAN IGNACIO

DE LOYOLA


 




PALABRA Y VIDA DEL SÁBADO 30/07/2016




Tiempo Ordinario/17° Salterio. Semana. Tomo III
Sábado 30 Julio








Santos PEDRO CRISÓLOGO ob y dc, Abdón y Senén mrs,

lita n'ir. Beatos Braulio y co mrs, osé M.a Muro y co mrs


 Papa Francisco: Juan tuvo un breve tiempo de vida, un breve tiempo para anunciar la Palabra de Dios. Él era el hombre que Dios envió a preparar el camino a su Hijo. Pero Juan acabó mal, decapitado por orden de Herodes. Se convirtió en el precio de un espectáculo para la corte en un banquete. La beata Teresa de Calcuta, la mujer a la que todo el mundo alababa, el premio Nobel, sabía que en un momento de su vida, largo, existió sólo la oscuridad dentro. También Juan pasó por esta oscuridad, pero fue anunciador de Jesucristo; no se adueñó de la profecía, se convirtió en imitador de Jesucristo.



PALABRA:
Oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: «Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él». Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y Ie gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista». El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.


ORACIÓN:
Jeremías 26,11-16. 24; Salmo 68,15-16. 30-34 • MATEO 14,1-12
SEÑOR, se diría que Juan el Bautista acabó como un fracasado. No: él fue tu fiel precursor hasta en el martirio, que el tuyo sería tu glorificación en la Cruz, la imagen más elocuente de tu infinita Misericordia. (Sigue tu oración personal).

¡ATENCIÓN! mañana

"Liturgia de las Horas": tomo IV













viernes, 29 de julio de 2016

PALABRA Y VIDA DEL VIERNES 29/07/2016




Tiempo Ordinario/17°
 SalterioSemana. Tomo III

Viernes 29 Julio










Santa MARTA NT,

Urbano II pp, Félix mr, Próspero mr


 Papa Francisco: Lázaro estaba muerto desde hacía cuatro días, cuando llegó Jesús; y a las hermanas Marta y María les dijo palabras que se grabaron para siempre en la memoria de la comunidad cristiana. Dice así Jesús: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre» (In 11,25-26). Basados en esta Palabra del Señor, creemos que la vida de quien cree en Jesús y sigue sus mandamientos, después de la muerte será transformada en una vida nueva, plena e inmortal. Como Jesús, que resucitó con el propio cuerpo, pero no volvió a una vida terrena, así nosotros resucitaremos con nuestros cuerpos, que serán transfigurados en cuerpos gloriosos. Él nos espera junto al Padre, y la fuerza del Espíritu Santo, que lo resucitó, resucitará también a quien está unido a Él.




PALABRA:
Muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba
Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día». Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

ORACIÓN:
Jeremías 26,1-9; Salmo 68,5.8-10.14 • JUAN 11,19-27

SEÑOR, tú eres el Señor de la Vida. Y los que creemos en ti, como Dios y Señor, esperamos de ti la resurrección y la vida eterna. Sólo tú has podido decir: "Yo soy la resurrección y la vida". Es lo que tienes reservado para los que, como Marta, te aclamamos como Mesías e Hijo de Dios. Gracias, Señor, por tu gran Misericordia y por esa esperanza que has puesto en mi corazón, y no quedaré defraudado.(Sigue tu oración personal).

yo soy la resurrección y la vida.







jueves, 28 de julio de 2016

PALABRA Y VIDA DEL JUEVES 28/07/2016





Tiempo Ordinario/170 Salterio P Semana. Tomo III
Jueves 28 Julio








Santos Catalina Thomas,Víctor I pp, Melchor de Quirós ob mr, Pedro Poveda pb mr, Nazario y Celso mrs


 Papa Francisco: [Red que echan en el mar y recoge toda clase de peces]. Allí donde vamos, hasta en la más pequeña parroquia, en el rincón más perdido de esta tierra, está la única Iglesia; nosotros estamos en casa, estamos en familia, estamos entre hermanos y hermanas. Y esto es un gran don de Dios. La Iglesia es una sola para todos. No existe una Iglesia para los europeos, una para los africanos, una para los americanos, una para los asiáticos, una para quien vive en Oceanía, no; es la misma en todo lugar. Es como en una familia: se puede estar lejos, distribuidos por el mundo, pero los vínculos profundos que unen a todos los miembros de la familia permanecen sólidos cualquiera que sea la distancia.



PALABRA:
Dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece también a la
red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?». Ellos le contestaron: «Sí». Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo». Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.


ORACIÓN:
Jeremías 18,1-6; Salmo 145,1-6 • MATEO 13,47-53
SEÑOR, tú echas la red de tu Iglesia al inmenso océano de este mundo huracanado. No pones trabas a los peces que se acercan a ella para encontrar en ti la vida y la misericordia. Todos están llamados a la salvación. Sin embargo, hay muchos que escapan al ver tu red y la maldicen. ¡También quieres que esos se salven! Te pido que mi vida y mi palabra, a tu lado, sea siempre un testimonio que anime a los alejados a ir a ti y acudir a tu Iglesia: sólo en ella podrán encontrar la felicidad y la salvación. (Sigue tu oración personal).

El reino de los cielos se parece a la red

que echan en el mar

y recoge toda clase de peces.















miércoles, 27 de julio de 2016

PALABRA Y VIDA DEL MIÉRCOLES 27/07/2016








Tiempo Ordinario/17º Salterio P Semana. Tomo III
Miércoles 27 Julio






Santos Celestino I pp, Pantaleón mr,

Beatos Tito Brandsma pb mr, M.' Pilar Izquierdo vg



 Papa Francisco: Jesús es el tesoro escondido, es Él la perla de gran valor. Se comprende la alegría del campesino y del comerciante: ¡lo han encontrado! Es la alegría de cada uno de nosotros cuando descubrimos la cercanía y la presencia de Jesús en nuestra vida. Una presencia que transforma la existencia y nos hace estar abiertos a las exigencias de los hermanos; una presencia que invita a acoger a cada una de las demás presencias, incluso la del extranjero y del inmigrante. Es una presencia acogedora, es una presencia alegre, es una presencia fecunda: así es el reino de Dios dentro de nosotros.



PALABRA:
Dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder  y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas
finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».


ORACIÓN:
Jeremías 15,10.16-21; Salmo 58,2-5.10-11.17-18 • 
MATEO 13,44-46
SEÑOR, mi tesoro eres tú, por ti merece la pena -mejor, la alegría- de dejarlo todo, venderlo todo y, con entrañas de misericordia, dar su importe a los pobres. Y tenerlo todo por basura... con tal de poseerte, de nunca perderte, de dejarme querer por ti. ¡Mi Dios y mi todo! (Sigue tu oración personal).






PALABRA Y VIDA DEL MARTES 26/07/2016





Tiempo Ordinario/ 17° Salterio 1° Semana. Tomo III
Martes 26 Julio








Santos JOAQUÍN y ANA es.
Jorge Preca pb. Beato Vicente pb y co mrs

DÍA DE LOS ABUELOS



Papa Francisco: Hoy es la fiesta de santa Ana, a mí me gusta llamarla la abuela de Jesús y hoy es un hermoso día para festejar a las abuelas. Cuando incensaba vi algo hermoso: la estatua de santa Ana no está coronada; la hija, María, está coronada. Y esto es hermoso. Santa Ana es la mujer que preparó a su hija para convertirse en reina, para convertirse en la reina de los cielos y de la tierra. Hizo un buen trabajo esta mujer. Santa Ana tal vez escuchó a su hija María proclamar las palabras del Magníficat, que María seguramente repitió muchas veces: «Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes» (Lc 1,52-53). Que ella os ayude a buscar el único tesoro, Jesús.




PALABRA:
Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el campo». Él les
contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la Cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

ORACIÓN: 
SEÑOR, todo lo que me llega de ti es bueno, es fruto del amor inmenso que me tienes. Contigo, nada puedo temer. Alejado de ti, soy presa de las maniobras del Maligno, que intenta llevarme a su infierno lejos de ti. ¡Que un día, por tu Misericordia, brille como 
el sol en el reino de tu Padre! En esta fiesta de tus santos abuelos, estoy seguro de que les reservaste un buen lugar en tu reino, muy cerca de su hija, la Madre de Dios y de la Iglesia. Hoy te pido que nos libres de la "cultura del descarte" de los ancianos. Concede a mis abuelos una ancianidad llena de ti con el cariño de la familia si están en este mundo, y la vida eterna contigo si ya han muerto. (Sigue tu oración personal).






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